Los recortes planteados por la Junta de Andalucía en
su plan de reequilibrio económico ya han puesto en pie de guerra a la
sanidad andaluza, pues la salud era una de las «líneas rojas», junto a
los servicios sociales y la educación, que el Gobierno de José Antonio Griñán
se comprometió a no traspasar a la hora de reducir el gasto público
para cuadrar el déficit. Al malestar, las declaraciones y movilizaciones
realizadas por el estamento sanitario en los últimos días se sumó ayer
el encierro de veinticuatro horas convocado por tres centrales
sindicales en catorce hospitales de la comunidad, en protesta por esos
recortes que hoy tiene previsto aprobar definitivamente el Consejo de Gobierno de la Junta como decreto Ley.
El secretario general de Satse-Andalucía, Francisco Muñoz,
manifestó ayer que esta nueva protesta la han planteado su sindicato,
Faspi y USAE «a modo de vigilia y llamada de atención al Gobierno por la
merma irreversible que supondrá a la sanidad pública» por el decreto,
cuya negociación con los agentes sociales, tras el fracaso de la mesa de negociación, no dudó en calificar de «pantomima».
Estos
encierros, en los que participaron profesionales médicos, enfermeros,
auxiliares de enfermería y técnicos, se produjeron ayer en los
hospitales de Torrecárdenas y de Huércal-Overa, en Almería; Puerta del
Mar, Jerez y Punta de Europa, en Cádiz; Reina Sofía en Córdoba; el
Virgen de las Nieves, San Cecilio y Motril, en Granada; Juan Ramón
Jiménez en Huelva; Ciudad de Jaén; Carlos Haya y Virgen de la Victoria,
en Málaga; y Virgen del Rocío, en Sevilla.
El
origen de la protesta está en la bajada de sueldo a los profesionales
sanitarios en un 5% de media y que alcanza el 15% para el personal
interino. Esto supone para los médicos una rebaja salarial que puede
llegar, según señaló el sindicato CSIF, a los 7.200 euros al año en el caso de los médicos, los 3.200 para los enfermeros de atención primaria, los 950 euros para un auxiliar de enfermería y de 750 euros para un celador.
Estas reducciones salariales han llenado de indignación a los
sindicatos médicos y de enfermería, por cuanto, señalan desde Satse,
muestran la «incapacidad manifiesta de los partidos que forman parte del
Gobierno andaluz para adoptar decisiones que dañen a su estructura de
poder y clientelar». En ese sentido, desde este sindicato recuerdan que
el Servicio Andaluz de Salud (SAS) promovió en cuatro años 528 cargos directivos e intermedios, según se recogen en las memorias de este organismo.
Desde el Sindicato Médico de Granada,
su presidente Francisco Cantalejo, advirtió que esos recortes van a
tener un claro efecto en la prestación asistencial, por cuanto «ya no se
están cubriendo jubilaciones, ni la gran mayoría de bajas maternales ni
sustituciones por enfermedad». En ese sentido, hay que recordar que
médicos del Hospital Infantil del Virgen del Rocío avisaron
por carta a los padres de los niños ingresados del efecto de estos
recortes, entre los que señalaban la suspensión de consultas.
Los
sueldos de los profesionales sanitarios, sin embargo, no son el único
objetivo del Gobierno andaluz a la hora de recortar. Buen ejemplo de
ello es el plan de verano del SAS, presentado hace unos días, y que
establece que durante los meses estivales cerrarán por la tarde el 45%
de los centros de atención primaria y puntos de urgencia. En 2011 el
cierre por la tarde afectó al 32%. Además, en las zonas de costa se
reforzará con menos profesionales, ya que la Consejería de Salud tiene
previsto reforzar 45 centros de atención primaria con 198 profesionales
más, frente a los 206 con los que dotó a 48 centros costeros el año
anterior.
Administración paralela
A este recorte hay que sumarle también la congelación de obras para la construcción de nuevos centros hospitalarios. La consejera de Salud, María Jesús Montero,
-que ayer se reunió con los sindicatos en la mesa sectorial- reconoció
días atrás que solo continuarían este año, pero a un ritmo más lento,
las obras en varios centros, mientras que las del resto, una veintena,
se pospondrían.
Ante esta situación, el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos ha
alertado sobre el deterioro de la sanidad y reclamaban que antes de
realizar los recortes sobre un colectivo «fundamental para el
mantenimiento del Estado del bienestar», se «acometieran reformas en las
administraciones, instituciones y otros organismos». Más directo fue el
Sindicato Médico al señalar como blanco del ajuste a la «administración
paralela» de la Junta.
En ese sentido, la portavoz de Salud del PP-A en el Parlamento, Ana María Corredera,
lamentó que los profesionales sufran un recorte de sueldo, cuando hay
en la sanidad andaluza hay 4.200 cargos de libre designación. «La
Consejería de Salud ha optado por la vía más fácil que es recortar los
sueldos, lo que reducirá la calidad de la asistencia y todo por no hacer
reformas para ahorrar y no recortar».
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